¿Por qué tenemos apéndice?

La duda sobre la presunta inutilidad  del apéndice es un clásico de la literatura médica y propia la propia biología. Ese pequeño  “apéndice”, nunca mejor dicho, parece estar ahí para poner en cuestión la perfección del organismo y las propias leyes de la evolución, pues nunca se ha descubierto una incuestionable función biológica ¿Qué hace en nuestro cuerpo un órgano “inservible”  del que lo único que podemos esperar es que se nos inflame, nos produzca dolor y nos obligue a extirpárnoslo mediante una intervención quirúrgica?

Sin embargo, recientemente parece que el misterio ha sido desvelado. La función original del apéndice todavía importante en países del tercer mundo, parece ser la de servir de pequeño almacén de repuesto de bacterias que configuran la fauna intestinal. Sucede que nuestro sistema digestivo está habitado por numerosas bacterias beneficiosas que nos ayudan a digerir nuestros alimentos. Pues bien cuando todo el contenido de los intestinos se expulsa por alguna infección, por ejemplo en casos de cólera o disentería, también desaparece la flora bacteriana natural, y ellos pone en peligro nuestra vida. Es entonces cuando el apéndice entra en acción, pues es el lugar donde esas bacterias puede vivir a salvo hasta que las necesitamos para regenerar nuestra flora intestinal.


 

¿POR QUÉ DESINFECTA EL AGUA OXIGENADA?



Uno de los primeros contactos de todo niño con las curas de urgencia llega a través del uso de agua oxigenada: la primera acción cuando se ha producido una herida suele ser echar mano al bote de agua oxigenada para lavarla y desinfectarla. Al ver el líquido en la herida y entrar este en contacto con la sangre, observamos que crece una espuma blanca. Lo que ha sucedido es una reacción química, propiciada por una enzima de la sangre que actúa como catalizador por la que el agua oxigenada se ha descompuesto liberando el oxígeno que contenía. La curiosa espuma blanca cumple por tanto una función primordial: en ella radica el poder desinfectante, pues dado que la mayoría de las bacterias patógenas no puede vivir con oxígeno  - son anaeróobias-mueren en esa espuma altamente oxigenada.