El primer paso es investigar muy bien en internet sobre alternativas y precios, usando diferentes fuentes para cotizar los tiquetes y la estadía.
Para conocer el costo de los tiquetes puedes ingresar a páginas como SkyScanner o Atrápalo, allí podemos saber la disposición de vuelos, si son directos o con escalas y las aerolíneas que tienen esos trayectos a mejor precio. Lo mejor es tomar la información de los vuelos e ir directamente a la web de las aerolíneas que arrojaron mejores precios e itinerarios para la compra de los pasajes, porque aunque en estas páginas sean económicos, también son virtuales y si tienes quieres hacer algún cambio o surge algún imprevisto, posiblemente nadie te va a responder.
Ahorra comprando tus boletos aéreos con antelación y comparando precios en plataformas como Skyscanner. Sé flexible en las fechas, pero también en los destinos. Fíjate si una misma ciudad tiene diferentes aeropuertos o incluso mira vuelos que lleguen a las ciudades cercanas a donde te diriges.
Aunque a veces parezca que un vuelo es más económico que el autobús o el tren, verifica los precios de transporte desde y hacia el aeropuerto, que pueden encarecer tremendamente el presupuesto. Para moverte entre ciudades dentro del mismo país e incluso entre países puedes utilizar trenes o autobuses, que normalmente son más económicos que los vuelos o checa también las aerolíneas low cost.
Y para recorrer una ciudad usa tus pies (caminar es la mejor manera de conocerlas), usa el transporte público y verifica si hay tarjetas que ofrezcan descuentos, como la Oyster Card en Londres o RapidPass en Panamá (que permite transbordos gratuitos). Si tienes que usar un transporte privado, opta por plataformas colaborativas como [Uber] o si decides usar taxis o tuk tuks (taxis motorizados en Asia) negocia la tarifa de antemano e intenta compartir el trayecto con otros viajeros.
Y para recorrer una ciudad usa tus pies (caminar es la mejor manera de conocerlas), usa el transporte público y verifica si hay tarjetas que ofrezcan descuentos, como la Oyster Card en Londres o RapidPass en Panamá (que permite transbordos gratuitos). Si tienes que usar un transporte privado, opta por plataformas colaborativas como [Uber] o si decides usar taxis o tuk tuks (taxis motorizados en Asia) negocia la tarifa de antemano e intenta compartir el trayecto con otros viajeros.